lunes, 18 de octubre de 2010

Primeros tres puntos... perdidos...

El karma pasó la factura a la causa rossonera, el equipo -de por sí incompleto- se vió disminuido en sus facultades debido a dolencias que padecieran Chiquis y Genaro durante el cotejo, ya por el esfuerzo muscular, golpes o ambas...
Chiquis hubo de pararse bajo los tres palos buscando un mejor funcionamiento; Genaro se tuvo que aguantar...
Aunque el equipo comenzó con superioridad numérica -ambos cuadros estaban incompletos, comenzando ellos con 5 y nosotros con 6- pronto los rossoneros se vieron en desventaja en el marcador, y muy pronto enfrentaron los problemas descritos en el párrafo anterior...
La derrota tuvo la salvedad de dos goles anotados por Brian, síntoma de la entrega rojinegra que es alentadora pero insuficiente para cosechar resultados favorables.
Para el apunte quedó la discusión en torno a si es una metodología que pueda ser fructífera gritarle a tus compañeros de equipo: El defensor Gin sostiene que no porque a) evidencia inestabilidad a los ojos del rival y b) desconcentra a los compañeros de equipo; El cancerbero Liborio Sandoval sostiene que sí porque... él opina diferente.

En lo que todos estamos de acuerdo es que sin el equipo completo será una campaña difícil de enfrentar...
Alinearon en este encuentro Celis (herido por el propio Genaro), Brian (autor de dos tantos), Chiquis (víctima de dos lesiones), Genaro (con dolencias integradas), Gin (autor de dos faltas) y Liborio Sandoval (con entrega por todo el terreno de juego).

Mientras tanto se especula también en torno al cambio de imagen del equipo...
Aguanten Rossoneros...

1 comentario:

Anónimo dijo...

oooooh WTF!!! yo tambien opino que gritarle a los compañeros en la cancha es de lo peor, sólo justificaría dicha acción si es para motivar y alentar!!!! en cuanto al equipo incompleto si es un fastidio, o queda más que echarle ganas y esfuerzos extras, pero no desesperes y como consejo de colega de pasiones. Jálenle todo lo que puedan tarde o temprano afinarám puntería y no hay nada que desespera más a un rival que le esten apedreando el canton.